lunes, 30 de junio de 2008

El principio del fin del Vaticano

Roma tiene problemas muy grandes, si no Benedicto XVI no habría
dado el placer a los Kikos.

A Juan Pablo II le gustaban los kikos, su fanatismo por mantener las ideas retrogradas de siempre, pero no le gustaba como tampoco le gusta a Benedicto XVI su independencia, su forma paralela de llevar los ritos, su poca obediencia a los obispos.

Han tenido que tragar un sapo, incomestible Kiko Argüello, es un
personaje incomodo, para cualquier estructura jerarquizada.

Se considera el iniciador, ante el decaimiento de monjes, sacerdotes, y jerarquía el se auto proclama una fuerza nueva, revolucionaria que intenta renovar sin cambio.

Recoge el testigo de unos "señores" cansados, superados por una sociedad que les margina.

El Vaticano da sus últimos coletazos, no se atreve o no puede cambiar, a un cristianismo positivo, donde Cristo sea un ser humano, no un mito....

Pero las mentiras, no pueden taparse, con sectas como la de Kiko Argüelles, que inyectan fanatismo intravenoso, para impulsar una teología falsa y un Cristo deshumanizado que no sirve de ejemplo para una sociedad culta e informada.

Ante el fracaso que el Vaticano es consciente, que se esta produciendo y que no puede solucionar sin cambios positivos, Kiko es un retroceso aun mayor que el Opus Dei.

!Que Dios les coja confesados! como dicen ellos, el batacazo será mucho mayor.

No hay comentarios: