miércoles, 9 de diciembre de 2009

La paz interior de los obispos

El reciente obispo de San Sebastian, monseñor Munilla en unas
declaraciones, dice: Gracias a la obediencia ciega a Benedicto XVI,
puedo afirmar, que estoy lleno de paz interior, algunos podrán no
estar de acuerdo conmigo.
Pues tienes razón, yo no puedo estar de acuerdo contigo, ya que esa
paz que sientes, es la paz de la ignorancia, es la paz del engaño,
pues una persona, que trasfiere su conciencia a otro, es una persona
sin conciencia propia.
No tener conciencia, da una paz de cementerio.
Nuestros obispos, prefieren decir amen, a todo lo que les dice un
papa, sea cierto o no, antes que analizar y poder ver si los
mandatos del infalible, son correctos o falsos.
De todas formas sus análisis son de aceptación, siempre, ya que años
de lavados cerebrales, por parte de doctrinas falsas, no les
permiten razonar libremente.
Partiendo de un error fundamental, como seguir creyendo que la
humanidad es culpable, por desobedecer a Dios, todos sus asertos
carecen de rigor y por lo tanto, no pueden llegar a la verdad nunca.
Así se permiten creer el que las personas debemos de ser salvados,
cuando nunca hemos sido castigados.
Afirman mentiras tan infantiles, como que Dios envía a su único
hijo, a morir en la cruz para salvarnos de sus iras a un infierno
eterno, imposible de cumplirse, tal que solo Dios es eterno y nunca
pueden serlo sus criaturas, pues Dios como energía que es, ni se
crea ni se destruye, solo se trasforma en nosotros.
Solo Dios es Alfa y Omega, principio y fin de todo.
Solo Dios existe y nada hay fuera de El, por lo tanto es falso, que
la humanidad sea otra cosa que El.!Dios es Uno! nunca existe el dos.
Benedicto XVI en sus ultimas declaraciones dice en verdad:Dios y la
razón son indivisibles.
Pero se lleva la contraria cuando opina en contra de la razón y la
lógica, que Dios creo de la nada el Universo, cuando nunca el
Universo ha sido creado, pues existe desde siempre y siempre
existirá, por lo tanto la Humanidad nunca puede estar separada de
El, ni existe un juicio, para salvarla o condenarla. !Dimite santidad!
Firmado Miguel Angel Soro Falces.

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