Al olor de la carroña, los cardenales acusan a Bertone, de ambición
desmedida y de dejarse influir, por ambientes masónicos y sobre todo
por Kiko Arguello.
El pobre mayordomo, que solo es un peón, dominado por los
cardenales, que quieren derrocar al secretario de Estado, para parar
la gran reforma que se avecina en la Iglesia, reza sin parar
encerrado en una celda.
Y pese a su encierro, siguen filtrándose cientos de documentos, que
acusan al cardenal Bertone, de llevar mal las finanzas, y también
acusan al padre George Gänswein, aleman de 57 años, que hace nueve
años, es el secretario personal de Joseph Ratzinger y desde hace
algunos meses su único antídoto contra el aire envenenado del Vaticano.
Si en principio todo recayó en el pobre Paolo Gabriel, ahora se dan
cuenta, que este no era el único cuervo y que Angelo Sodano,
encabeza junto con otros cardenales Ruini, Scola, Bagnasco, Vigano
pararle los pies a lo que consideran el peor peligro de todos los
tiempos para la Iglesia católica: Kiko Argüello.
Creen que antes de 12 meses Benedicto XVI morirá e incluso que están
intentado matarle, le dice el cardenal colombiano Darío Castrillón
Hoyos al Papa, en una carta donde el cardenal Paolo Romeo en un
viaje a China, comento, que intentan asesinar al Papa, y dice mucho
mas, el cardenal de Palermo, contando secretos, que revelan, que
Benedicto XVI y Bertone, se llevan a matar y que el Sumo Pontifice
está dejando todo atado y bien atado, para que su sucesor sea el
actual Arzobispo de Milan Angelo Scola.
Federico Lombardi, llega a admitir que la iglesia está sufriendo el
peor ataque de toda su historia, en la que describe que Benedicto
XVI está rodeado de lobos y cuervos, que se reparten sus carnes
antes de haberlo matado.
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