caritativos y amorosos, como no dejar sufrir a los moribundos, hasta
extremos espantosos, y luchar contra la eutanasia,
Comprobar su hipocresía, cuando a Juan Pablo II le aplicaron la
morfina mortal, y protestan de que lo hagamos con nuestros seres
queridos.
Protestas de grupos, fundamentalistas, católicos, delante de
hospitales que denuncian a médicos, que han usado la morfina, de
forma letal, llamándolos asesinos, aun cuando los jueces, no
consideran que hayan usado practicas asesinas con sus pacientes.
Leer un día si otro también, como estos falsos pastores, arengan a
sus fieles corderos, para acudir a las clínicas abortivas, y
insultar a las pobres mujeres, que acuden a ellas, destrozadas, para
machacarlas más, culpabilizándolas, llamándolas también asesinas.
Y gracias a sus ideas retrogradas, equivocadas y falsas sobre los
homosexuales, brutos fundamentalistas, matan a palos a gays y en
países musulmanes y no democráticos insisten en castigar con cárcel
e incluso con penas de muerte, a lo que consideran una aberración
antinatural el quererse, dos personas del mismo sexo.
Todo esto, por unas ideas, desfasadas y falsas, defendiendo una
institución, que impone, que dogmatiza, que se cree en la verdad y
miente, engañando a la humanidad, cuando amenaza con infiernos
terribles y eternos a los que no escuchen sus cuentos de hadas.
¿Cuando vamos a denunciar masivamente, al Vaticano como secta peligrosa?
