El fracaso del sínodo sobre la familia cristiana

Tal como predije, en esta primera ocasión los obispos no han podido
llegar a ningún acuerdo.

Se han tratado los temas de puntillas y nadie se ha salido del guión
, faltaría más, el matrimonio católico sigue siendo indisoluble,
solo puede usarse el sexo para tener hijos, la pareja tiene que ser
fiel eternamente y hay que llegar a el sin haber usado del sexo,los
dos completamente vírgenes.

La realidad es que los novios viven marital mente antes de la boda
religiosa y el cura que les casa lo sabe y permite que la novia vaya
de blanco en señal de pureza,y que en el matrimonio se usen métodos
anti conceptivos pese a prohibirlo la santa madre iglesia,la
fidelidad de la pareja es un bonito sueño, pero la realidad es que
los cuernos abundan mogollón, no solo entre los hombres, como
ocurría antiguamente si no también y cada vez más entre las mujeres.

Se casan por lo religioso pero se divorcian por lo civil de cada 100
parejas el noventa por ciento usa el divorcio y no llega a un tres
por ciento la anulación católica, que no seduce como se puede ver a
casi nadie y cada vez más se convive en "pecado" sin hacer uso de
contratos maritales, tanto entre solteros como entre viudos


La familia cristiana prácticamente ha desaparecido cada pareja hace
lo que le sale de las narices y ya nadie hace caso a los sacerdotes
y se pasan por el arco de triunfo, las doctrinas cristianas
impuestas desde hace siglos, por curas solteros, que no tienen ni
idea de lo que tienen que sufrir sus fieles cristianos, para vivir
ese falso sacramento que además de ser anti natural es esclavizan te
y manipula a los contrayentes, hasta extremos imposibles de cumplir
el mandato de esos falsos pastores.

Por lo que el fracaso del sínodo era de esperar, y en el siguiente
ocurrirá lo mismo, ya que dejar comulgar a los divorciados,o gays no
solo no arregla nada si no que al revés, dará más alas a los cada
vez menos fieles a los mandatos de la estafadora jerarquía que harán
su santa voluntad sin obedecer a sus estafadores y blasfemos sacerdotes.

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