D.Enrique Martinez teólogo y sacerdote católico en Teruel, con
varios libros escritos, uno de ellos la realidad traspersonal de
Jesús, dio ayer 14 de Abril de 2.010,una conferencia en Tudela
Navarra, en la sala del centro cultural Castel Ruiz.
Sobre, meditación integral, en total fueron dos horas, muy bien
expuestas, de ocho a diez de la tarde.
Una vez terminada la charla, y dado que afirmo, que la culpabilidad
es una enfermedad, que debemos de combatir, mi pregunta fue muy
directa:¿Como podía combinar, un sacerdote católico, la no
culpabilidad, con el juicio personal, es decir con el sacramento de
la confesión y el juicio final, en el que Cristo vendrá a juzgar a
vivos y muertos en el fin de los tiempos?.
Me dio la callada por respuesta, se limito a decir, que somos
responsables de nuestros actos, cosa obvia, y que la culpabilidad,
es algo que perjudica, gravemente la salud.
A cualquier otro ponente, que no fuera sacerdote, no le hubiera
preguntado semejante cosa, ya que se cae por su propio peso la
respuesta: La confesión, no es valida, cuando somos juez y parte de
la misma, por lo que queda invalidada y el juicio final es una
parábola mas de Cristo, otro cuento, donde se relata, una verdadera
enseñanza:Todos somos Cristo, todos somos El...tuve hambre y me
diste de comer,?Cuando te di de comer maestro? cuando a tu prójimo
le das a mi me lo das.
Le hice la pregunta, por que me extraño, que un sacerdote, pudiera
tener la evidencia real, de no ser culpable la humanidad y siguiese
siendo sacerdote católico, ya que todo el fundamento de la Iglesia
Romana, es que somos culpables, por la caida en el paraíso terrenal
al principio de los tiempos originando el pecado original que
heredamos todas las personas, de nuestros primeros padres y nos hace
reos del infierno, por pertenecer a Satanas , al haber desobedecido
a Dios y que Cristo fue enviado por su "Padre" para salvarnos de esa
muerte eterna, muriendo en la Cruz.
Al no contestar la pregunta, y mientras no me lo aclare, pienso, en
una hipocresía sacerdotal, una mas de estos falsos pastores de Cristo.
Firmado Miguel Angel Soro Falces
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