diciendo:Dejo en manos de Dios a los niños que mueran sin
bautizar.....como si alguna vez esos niños no hubieran estado en las
manos de Dios !Que sinvergüenza!
Ahora tiene que reconocer que un cuerpo carnal, no puede resucitar,
y alega que Cristo no resucito con su cuerpo mortal sino con un
cuerpo glorioso, que ha diferencia del carnal, puede traspasar
paredes, como hizo en el cenáculo o aparecer y desaparecer, cuando
dicen que se elevo a los cielos, ya que comer como dicen los
evangelios, para un cuerpo sin estomago, ni pulmones, ni sangre, es
algo imposible.
Todo esto tira por tierra, la idea "brillante" de la resurección de
los cuerpos y mucho menos con los mismos cuerpos que tuvimos, ya que
eso era inviable, por qué tenemos un cuerpo continuamente cambiante,
al estar compuesto de trillones de células,que nacen crecen se
desarrolla y mueren, segundo a segundo, una mentira un mito, igual
al que ahora quiere hacernos creer.
Juan Manuel de Prada en el periódico del domingo, comenta : Aquel
cuerpo glorioso de Jesús empezó a vivir de una manera totalmente
nueva, resplandece, entra en las habitaciones sin abrir las puertas
ni agujeros en las paredes, puede hacer cosas parecidas a las que se
observan en los laboratorios a nivel subatómico.
Admitir errores, es algo que estos sumos pontífices, no hacen, por
lo que ni Benedicto XVI ni ningún otro, reconoce, que Cristo es
igual a todos nosotros, ya que como muy bien dice Juan Manuel Prada,
nuestro cuerpo a nivel subatómico, esta compuesto de partículas que
se comportan como ondas y que gracias a la ciencia ahora
conocemos,por lo que nosotros y Cristo somos iguales.
Todos los seres humanos, encerramos todas las fuerzas naturales del
universo, somos pura energía, pues la materia es energía condensada
y la energía es materia sublimada, pero a diferencia de las mentiras
que quieren meternos estos pastores de pacotilla, todo cuerpo, se
descompone, quedando solo su esencia espiritual o energética que
haciendo buena la Ley de la Entropía, vuelve al campo unificado de
energía consciente que es Dios y de donde todos salimos y todos
volvemos, pero esa verdad acaba con el poder, que estos mentirosos
sacerdotes se han dado, sin la colaboración mitificada de Cristo.
Benedicto dimite, el pueblo no te admite.
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