Saldremos de esta gran crisis global, con nuevas fuerzas, con nuevas
ideas, con un nuevo sistema laboral y político.
Mejorar el sistema laboral con una jornada de seis horas trabajadas
en vez de ocho, es vital para una mejor producción a nivel mundial y
para una mejor distribución del esfuerzo, por parte de todos.
Este sistema ira mejor a empresarios trabajadores y a toda la
sociedad, ya que dividir el día en cuatro partes de seis horas,
puede ayudar a toda la humanidad, a dedicar mas tiempo para mejorar
su casa, atender a su familia y poder dedicar mas tiempo a la
cultura, al estudio y al ocio.
La jornada continua, es un bien, para todos también pues se ahorra
dinero en transporte, ya que puede organizarse, el trabajo por la
mañana según interesa a las empresas desde las ocho a las catorce,
como de las nueve a las quince o de las diez a las dieciséis.
Pudiendo hacerse dos turnos para los comercios, cuando así haga
falta, desde las ocho a las veinte o desde las nueve a las
veintiuna, consiguiendo mas puestos de trabajo en todos los campos,
tanto industrial, comercial, agrícola, hostelero.
Si al principio el costo y la producción, no estuvieran
equilibrados, poco a poco la tendencia sería a nivelarlos.
Esta mejor forma de trabajo, conseguiría mejorar al principio y
solucionar después, una mayor participación de toda la humanidad, en
los frutos que los grandes inventos informáticos, telemáticos,
robóticas, han conseguido, y no solo las empresas, que actual mente
suplen mano de obra por tecnología.
Esto unido a una mayor libertad de conciencia personal, que las
democracias, ayudan a conseguir, acabaran con la opresión de los
poderosos a los débiles en todos los campos, tanto civil como religioso.
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