juzgar, ni se acepta ni se rechaza, solo se observa.
Se puede meditar, con los ojos cerrados y en completo silencio,
relajado y se puede meditar en las tareas diarias.
La mejor meditación es la primera, y las horas mejores son sobre las
tres de la mañana, cuando todo el mundo a tu alrededor duerme.
Pero debemos y podemos meditar las veinticuatro horas del día.
Los estados de alerta, podemos conseguirlos siempre, cuando vivimos
el aquí y el ahora viviendo siempre en presente, estando en lo que
estamos, si estudiamos estudiando, si cocinamos cocinando...cuando
como,como, cuando duermo, duermo.
Estar atento, dominando nuestros sentidos y sentimientos, es lo
correcto, ya que observando sin juzgar, se consigue ese estado
empatico con todo lo que nos rodea;Y la empatía, nos da el
conocimiento que necesitamos del otro.
Controlar la respiración, es mas fácil en esos estados, y con ella
dominamos, mejor nuestros instintos, miedos y represiones.
Un ejercicio físico adecuado con una alimentación sana y fresca,
unido a un buen descanso nocturno, nos dará un equilibrio físico y
mental, que contribuirá, a tener claridad de pensamientos, pudiendo
planificar mejor nuestra vida, para conseguir una felicidad plena.
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