lunes, 12 de septiembre de 2011

!Señor ten piedad Cristo ten piedad!

En las misas cristianas, todavía, siguen creyendo en la condenación
eterna, por parte de Dios a sus criaturas.


Los coros de mujeres beatas, como siempre, acuden a los ensayos con
el cura de turno, que ahora son en mayoría del opus o kikos, para
cantar repitiendo una y otra vez que Cristo tenga piedad de ellas
pecadoras masivas y repetitivas de pecados sin fin....mentir,
egoísmos, pensamientos impuros, robos, sisas, envidias y miles y
miles de pecados horrorosos , que Cristo tiene que perdonar una y
otra vez, sin propósito de enmienda.


Tienen tanto miedo a su dios, que una y otra vez repiten, que tenga
misericordia....misericordia señor misericordia, perdonanos señor....no estés eternamente enojado perdonanos señor siguen cantando, como si Dios fuera un ser humano, con enojos iras y enfados !Que estupidez !


Cuando se van a dar cuenta de que Dios no castiga, que Dios que no
Cristo que es un falso dios, tiene unas leyes naturales, que debemos
de conocer, para no ir contra ellas y así no hacernos daño.


Si no conocemos la ley de la gravitación universal, caeremos desde
una ventana si osamos, sin sujetarnos bien, asomarnos excesivamente,
con lo que quedaremos muy malheridos o muertos, sin ser esto un
castigo divino, sino un accidente a nuestra falta de previsión.


Esto en cuanto se refiere, a todas las calamidades, que nos pueden
ocurrir, terremotos, tormentas, rayos, huracanes, que se rigen por
leyes naturales, que debemos de ir conociendo para eludirlas.


Antes, los pueblos ignorantes, ofrecían sacrificios a sus dioses
para calmar sus iras, hoy sabemos que Dios no tiene ni ira ni
sentimientos humanos de bondad o maldad, para sus criaturas, por lo
que rezar o pedir a Dios es una tontería, que no obtiene resultados,
ante las leyes de la naturaleza, solo el conocimiento de las mismas
consigue trascenderlas, superarlas y eludir sus consecuencias.
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WEB:
http://jerarquiacatolica.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con los Kikos por aquí y por ahí... pobres de nosotros, todos l infierno a qumarnos por siempre jamás.
Cuando se aprenderar que hay que orar o meditar siendo fiel a nuestro verdadero hogar interno.
Las cosas no se arreglan sólo con rezos, sinó cambiando uno mismo.


Gracias.

M. A. Soro Falces dijo...

gracias a ti

un abrazo