Una vez más Juan Manuel de Prada en sus escritos defiende la
moralina de la iglesia Católica.
Este señor, es de los pocos, que vive sus ideas religiosas, con un
espíritu que supera al de muchos obispos.
Defiende que el adulterio, este castigado como antes e incluso más,
y lo mismo le pasa con el aborto y el divorcio.
No concibe que los seres humanos, seamos libres y que no dependamos
de retrógrados dictadores que durante siglos han manipulado las
leyes a su capricho.
Se atreve a sentenciar, que es lo bueno y que es lo malo, defiende
que los animales no saben del bien y del mal, y eso les rebaja a ser
unos pobres brutos.
Considera que la bondad está en la religión católica, y que los
demás somos unos pecadores de la pradera.
Me resulta tan gracioso, que no puedo menos que leer sus artículos,
que están llenos de ocurrencias del siglo pasado o más allá.
El adulterio, era y es una ley machista, que todavía en el Islam
castiga mucho mas a las mujeres que a los hombres, por lo que
levantar el castigo beneficia al sector femenino, exactamente igual
que el aborto, que su castigo caía sobre las mujeres y ahora las
liberaliza, pues pueden tener solo los hijos que ellas quieren.
Los hombres cristianos, podían tener queridas, como los curas
amantes y no pasaba nada, pero cuidado que una mujer le pusiera los
cuernos a su marido, si era el Rey, le cortaban la cabeza y si era
un noble la castigaban a la torre, mazmorras o algo peor y si era a
un macho del pueblo llano, este tenía derecho a matarla y el castigo
casi era un premio para el macho cornudo.
Juan Manuel , deja de defender la moral cristiana, que todos
conocemos la realidad de la historia, y defiende la libertad y los
derechos humanos, en esta democracia, donde gracias a Dios el poder
reside en el pueblo y no como antes en el Rey y el Papa, que
pisoteaban al pueblo que no les obedecía y todos eramos esclavos de
sus abusos.
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WEB:
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