jueves, 1 de marzo de 2018

Los Obispos continuan atacando a los gays

Una vez más, a la iglesia católica, le sienta mal que los homosexuales consigan tener derechos, lo mismo que les ocurre, con las mujeres, que han sido elevadas a los mismos derechos que los hombres.

No pueden aceptar las bodas gays, ni los abortos a las mujeres que quedan embarazadas sin desearlo, pues anulan lo que siempre han defendido en sus doctrinas centenarias, que hacían de ellos, los jefes que imponían sus falsos dogmas a toda la sociedad, que tenían la fe del carbonero, es decir aceptaban lo que les decían sus manipuladores sacerdotes sin cuestionar si era falso o cierto, con la excusa de que su fe, tenía que ser creer lo que no vemos.

El que los derechos de mujeres y gays haya sido aceptado, ha rebajado mucho su autoridad, hasta el extremo que más del noventa por ciento de los que se declaran cristiano, no son practicantes de esa falsa religión.

Está ocurriendo que los jóvenes se casan más por lo civil que por lo religioso y los que se casan por lo religioso, se divorcian por lo civil, en su gran mayoría, pues la nulidad que dogmatiza estos impresentables curas, no les gusta.

El papa Francisco ha propuesto, que se hagan campañas de captación juvenil, que va a ser un fracaso, pues esos jóvenes, no solo están bien informados si no que también tienen una libertad  como nunca antes habíamos tenido, y así pueden rechazar sin castigos ni imposiciones su negación a pasar por el aro mentiroso y estafador de los sacerdotes tanto católicos como protestantes.

Monseñor Tamayo, y todos sus estafadores compañeros, no pueden tener éxito
ni contra los derechos humanos, que alegremente pisotean de mujeres y gays, ni por captar a la juventud, que huye como del diablo, a los cantos de sirena, que emiten estos falsos vicarios de Dios en la Tierra y que tratan de engañarles de una manera tan infantil, que hace que no se lea haga ya caso alguno.

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