La jerarquía católica, se ha quedado parada hace dos mil años.
Ya casi nada funciona, de aquellos tiempos, el padre nuestro,
considerado la mejor oración que Cristo enseñó. ha quedado, fuera de
contexto.
Intentaron cambiar algunas cosas que ya no se entendían....eso de
las deudas, pero no ha sido suficiente.
Si sabemos que Dios no es padre, ya empezamos mal, pero si también
sabemos que no existe ni el cielo ni el infierno, Dios no está en
los cielos, tal como declara, la oración.
Dios es un campo unificado de energía consciente,tal como señala la
biblia, cuando El se presenta a Moisés, como una zarza ardiendo sin
consumirse y por lógica, está y abarca todo lugar, no puede estar en
un sitio concreto, ni arriba ni abajo, ni "especialmente",en el
santísimo sacramento del altar.
Santificar su nombre es obvio, solo El es santo.
Hagase tu voluntad, una duda, ridícula, siempre se hace su voluntad,
nadie puede torcerla.
Venga a nosotros tu reino, es una petición ridícula, nunca ha dejado
de ser su reino toda su creación, siempre El manda en todo.
Que nos de el pan nuestro de cada día, una tontería, Dios nos pone
las leyes para que las conozcamos y las superemos, pero no da nada
gratis, hay que trabajar, estudiar, investigar,comprender, respetar
amar y así conseguimos el pan y la paz.
Por lo tanto orar no es levantar el corazón a Dios y pedirle
mercedes con humildad y confianza, pedir es de ignorantes, tenemos
que luchar para conseguir, las cosas, repito Dios no da nada, todo
tiene un precio, lo material y lo espiritual.
Dios no cambia de opinión, por que le pongamos una vela o le hagamos
promesas, Dios no cambia nunca por la influencia de las personas,
son las personas las que tienen cambiar, por las Leyes que Dios a
instaurado.
Perdónanos nuestras deudas, es falso, nosotros como peones manejados
por Dios, no generamos deudas, además Dios no tiene que perdonarse
así mismo, ya que fuera de El no hay nada, por lo que todos somos El.
Que no nos deje caer en la tentación, es otra petición inútil, tiene
que ser nuestro esfuerzo el que nos prepare, para la lucha diaria y
así tener fuerzas, para no caer en la tentación, en la enfermedad o
en el desastre.
Librarnos del mal, es de una ignorancia supina, pues ni el bien ni
el mal existen, lo mismo que la muerte, que solo es un cambio de
dimensión, las Leyes nos provocan daño, para que las estudiemos y en
el conocimiento, superarlas, trascenderlas para que se cumpla el
plan divino.
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WEB:
http://jerarquiacatolica.blogspot.com
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