a la celebración de nombrar beato a Juan Pablo II aquel que quería
todo el mundo, sobre todo esta secta elitista dentro de la Iglesia
católica.
Este Papa apoyo a Marcial Maciel el fundador de los legionarios de
Cristo, durante muchos años,el mas sinvergüenza de todos los curas,
conocidos hoy en día, solo por eso esta fiesta no debería de
producirse, le sucedió a Pio XII por sus simpatías a Hitler, Franco
y compañía, por ello,le negaron las ansias que tenía el colegio
cardenalicio de hacerle santo, pero en este han privado mas sus
baños de multitudes, en sus viajes por todo el orbe, gracias al
opus, Kikos,legionarios y similares.
El actual Papa,Benedicto XVI cuando le denunciaron los abusos que
Maciel hacía, indico que Juan Pablo II debía muchos favores a este
depravado cura, ya que cuando al principio de su pontificado, quiso
ir a Mejico, este reconocido pederasta, putero, ladrón y mentiroso,
consiguió, que las mujeres del entorno del presidente Mejicano ateo reconocido,
diera su brazo a torcer y le concediera todas las ayudas necesarias,
para poder triunfar, en un país que entonces tenía ochenta millones
de católicos, que junto con Brasil que tenía mas de cien millones,
eran dos importantes puntales para la financiación Vaticana.
Maciel apoyó también a Les Valessa en Polonia, para ganarse mas aun
los favores de Juan Pablo II y este le concedió ayudas sin fin,
logrando pasar de unos pocos legionarios a ser cientos, y conseguir,
seminarios, colegios y todo tipo de prebendas, para captar, mucho
dinero, en España, y otros países, que consolidaron su secta legionaria.
Lo único que hizo medio bien, fue excomulgar a los Lefevrianos, pero
Benedicto XVI ya se ha encargado de levantarles sin arrepentimiento
la excomunión.
Moraleja: Dios los cría y ellos se juntan, Juan Pablo II y Benedicto
XVI son una bomba,a punto de explotar en la barca de Pedro.
Firmado Miguel Angel Soro Falces
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