traspasó el corazón.
Benedicto XVI exhorta a conjugar la fidelidad a la fe de la iglesia
con una creatividad catequética que tenga en cuenta en contexto la
cultura y la edad del catequetizado.
Insistir en lo mismo, sin pretender cambiar, el fundamento
equivocado, intentado aumentar la participación de los fieles en la
misa dominical y el testimonio de la caridad cristiana, es disparar
salvas, que solo persigue, entusiasmar a los entusiasmados.
En los próximos dos años Benedicto pretende que la fe no debe
presuponerse, sino proponerse y dar la buena noticia de que Jesús es
el Señor:La felicidad que buscáis,la felicidad a la que teneis
derecho. tiene un nombre y un rostro: El de Jesús de Nazaret
escondido en la Eucaristía.
Pero rostro el que tiene Benedicto, ni Cristo es el Señor, pues no
hay otro Dios que Dios, y Jesús no es la segunda persona de la
Trinidad Santa, sino un ser humano excepcional, pero igual a todos
nosotros (Solo así nos sirve de ejemplo) y por supuesto la felicidad
no está encerrada en el sagrario, que manipulan unos sacerdotes
interesados, sino como muy bien decía Cristo, está en nosotros
mismos, en nuestro trabajo, por mejorar.
Solo el pueblo de Dios tiene el poder y la gloria, Benedicto XVI
bajate de tu trono que indebidamente usas y devuelve todo lo que
has robado.
1 comentario:
Muy saludable exposición.
Gracias.
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