Catolicismo a la carta

La sociedad española, usa su libertad, para vivir la religiosidad, a
su gusto.
Personas, que están apuntadas a cofradías, que van a las procesiones
de semana santa u otras y ya no se arriman nunca mas, a la iglesia,
hasta mujeres sobre todo, que ayudan en caritas diocesana, pero que
no siguen a los obispos, en temas sexuales o teológicos.
"Fieles" que van a los funerales, pero no van a misa los domingos.
Gente, que marca la cruz en la casilla de la iglesia, y que no entra
ni un solo día, ni a la eucaristía, ni se confiesa.
Otros, usan el condón, o viven en "pecado" con su pareja y se casan
por lo católico, de blanco, cuando el sacerdote, sabe que la novia
no solo no es virgen, por haber usado durante años del sexo, sino,
que le importa muy poco, los curas, los obispos incluso el mismo
Cristo, y que lo hacen por la ceremonia y la tradición.
Unos comulgan, sin arrepentirse de sus "pecados", y otros blasfeman,
y protestan de los curas, pero pagan religiosamente sus diezmos.
Los hay que no rezan, ni para pedir, por su alma, pero van al rocío,
y comen y cantan, y se pegan por sacar a la virgen.
Abortan y se divorcian, pero continúan, llamándose católicos,incluso
mujeres de vida fácil, que viven de darse por dinero, que no niegan
de su catolicismo.
Tienen hijos por medios, que los obispos abominan, y también los
tienen sin casarse,pero van a bautizarlos aun cuando ya no vuelvan a
la iglesia, ni para rezar a Cristo.
Los hay que no tienen ni idea del evangelio, que no siguen a Cristo
y que les importa un pito, que es la santísima trinidad, o si Dios
es un señor con barbas o una paloma, pero siguen echando unos céntimos
a la cajeta y poniendo velas encendidas a la virgen del pilar, aun
cuando les importa muy poco la virgen del carmen.
Se ríen, de lo que dicen los obispos y protestan, de que les
obliguen a ser creyentes, prefieren ser libres y hacer lo que
quieren, antes que obedecer a sus pastores, pero no por eso
renuncian a su catolicismo sui generis.
La hipocresía y la locura en este país llamado católico, es increible
sino seguimos a estos impostores, pues no tenemos confianza en
ellos, lo que tenemos que hacer es ponerlos en su lugar, que no es
otro que a nuestro servicio, no como ahora que mandan, pero no les
obedecemos.
Firmado Miguel Angel Soro Falces.
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