Cuando se quiere, se acepta al otro como es, no se le impone,
nuestro criterio.
Tiene que haber comprensión, por ambas partes, no se puede vivir,
"aguantando", no se puede vivir, esclavizado.
Por lo tanto, la libertad es necesaria para toda relación.
La vida en pareja, como la vida en grupos o sociedades, necesita de
una libertad, de acción, por ambas partes.
Si amamos, intentamos comprender y conocer al otro, pues
"aguantarlo" presupone,primero, no conocerlo, segundo, ser un
hipócrita, pues engañas al otro, haciéndole creer que aceptas su
manera de ser, cuando la realidad es que no te gusta, pues aguantar,
es sinónimo, de que no estas de acuerdo con el otro.
En una dictadura, como la actual donde la Jerarquía católica, impone
su criterio, y la otra parte el pueblo de Dios,"aguanta", se origina
una mala convivencia, donde el Pueblo de Dios, acaba viviendo a su
aire, sin respetar, la imposición de la otra parte, pero sin la
fuerza necesaria, para una rotura definitiva.
Amar es la solución, pero para eso, sobra la imposición, debe de
haber, amor por ambas partes y eso presupone, libertad, para
modificar la relación, entre los dos, en aras de una buena convivencia.
No hay verdadero amor, en la Iglesia católica, cuando una parte,
manda, ordena, impone dogmas y traza caminos, que el Pueblo de Dios
no puede tolerar, por ir en contra de los mas elementales
principios, democráticos, pisoteando los derechos de las personas.
No se puede, obligar a los seres humanos, a vivir en un matrimonio,
sin amor, sin respeto, sin cariño, y que la convivencia es un
infierno,dando solo, la solución de separarse, sin poder volver a
intentarlo.
No se puede, imponer dogmas, que van contra la lógica, el sentido
común y la ciencia.
No se puede, tener a las mujeres,discriminadas,o a los gays,sin
respetar sus derechos,o a la sexualidad reprimida, y estigmatizada
sin dar una solución,coherente, como reconocer su gran valor
sagrado, en vez de ensalzar el celibato, que va contra natura.
Todo esto, tiene que terminar en la Iglesia católica, pues así, no
es una verdadera Iglesia de Cristo, pues al no haber Amor, es una
estafa.
Firmado Miguel Angel Soro Falces.
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