Nuestro querido Papa, escribe, muy cortes mente, a la dictadura
popular china y en términos, de mutua responsabilidad,pide un libre
ejercicio, para poder desarrollar la fe cristiana en territorio ateo
comunista.
Explica que no va a interferir, para hacer daño, en el sistema
dictatorial ateo,de la República Popular China.
Por lo que no le cuesta nada en absoluto,como dictadura espiritual
que es, intentar,hacer buenas migas con la dictadura atea China.
Hace ver que, influye, en los chinos cristianos, para que obedezcan
en todo a las autoridades legitimas, promoviendo el bien común y el
buen comportamiento.
No expresa, pero deja entrever, los siglos, que viene colaborando,
con gobiernos dictatoriales, con pleno éxito, para los mismos, pues
promueve, el amor entre las personas, evitando revueltas, que
pudieran llevar al derramamiento de sangre, haciendo ciudadanos,
sumisos y respetuosos con los gobiernos.
Termina diciendo:A la luz de estos principios, irrenunciables, no
puede buscarse la solución de los problemas existentes, a través de
un conflicto permanente, con la autoridades civiles legitimas;Al
mismo tiempo sin embargo no es aceptable una docilidad a las mismas,
cuando interfieran, indebidamente en materias que conciernen a la fe
y la disciplina de la Iglesia.
Las autoridades deben de ser conscientes, de que la Iglesia en sus
enseñanzas, invita a los fieles a ser buenos ciudadanos, colaborando
respetuosos, con ustedes y activos del bien común de su país.
Pero también esta claro que la Iglesia pide al estado Chino, que
garantice a los ciudadanos católicos, el pleno ejercicio de su fe,
en el respeto mutuo y de una autentica libertad religiosa.
Benedicto XVI, hace gala una vez mas de su traición al evangelio de
Cristo, cuando no le interesa, combatir las injusticias al pueblo
chino,ni siquiera con la palabra, sin usar la fuerza, lo único que
persigue es beneficiarse una vez mas, con la acogida millonaria de
recursos humanos y materiales, para su causa, que no la de Cristo.
Firmado Miguel Angel Soro Falces.
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