La entrevista al arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela en Onda
Cero, me ha hecho pensar.
A las preguntas de la periodista, el monseñor, ha contestado con
desparpajo y una cara que se la pisa.
La Diócesis de Pamplona, ha inscrito, a su nombre 535 templos,la
catedral de Tudela incluida, 167 ermitas, 8 basílicas y cantidad de
viviendas y tierras, exactamente igual que están haciendo en toda
España.
El obispo dice, que es debido a la Ley de 1985, que les autoriza
hacerlo y por supuesto, que ellos no son los dueños, solo los
administradores, ya que es la comunidad cristiana la verdadera
dueña, dice que si se las quitan, no tienen ejercito para
defendedlas, como ha sucedido varias veces ya en nuestro
país,indicando claramente, que podemos hacerlo cuando queramos, bien
por vía impuestos, que no podrán pagar o declarándolas patrimonio
nacional monumental,cultural y artístico.
Lo que se calla, es que la comunidad cristiana, no tiene ningún
poder sobre ese patrimonio,y que son los obispos y párrocos los que
mangonean todo, ante la pasividad de sus "fieles", pues son una
institución dictatorial y no democrática, donde el pueblo no pinta nada.
Debido a la perdida de confianza, que ha sufrido el clero, por parte
de la sociedad, estos mandatarios, han corrido a poner a su nombre,
todo este patrimonio, pues, mientras nadie les podía discutir su
propiedad, no necesitaban hacerlo, pero ahora si.
Respecto al aborto, monseñor Perez, se rasgo las vestiduras, y
condeno a todas las mujeres, acusándolas de asesinas, pues
arrogándose, dotes científicas, afirmó que desde que se juntan un
espermatozoide y un ovulo, hay un ser humano, aun cuando ellos, nunca
han sabido cuando el alma entra en el cuerpo de un ser humano, pues
no esperarían a que el niño nazca, para bautizarlo, pues muchos
mueren antes de salir del vientre de su madre y como malos herederos
de Cristo, dejaban que el diablo se llevase sus almas.
La hipocresía de estos mandatarios llega a limites extremos, nunca
han dado al no nacido valor como cristiano, y ahora que se autoriza
a las mujeres el aborto, quieren ser más que los jueces, el poder es
una droga y a estos monseñores, les molesta no tenerlo y aun tienen,
mono de el.
Firmado Miguel Angel Soro Falces.
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