Franco y la Iglesia católica, no solo se llevaron bien, sino que
hubo un trabajo en común lógico y necesario, para reprimir al
pueblo,en sus ansias de libertad.
Recuerdo, que hombres como castillos, lloraban de rabia, cuando eran
denunciados por blasfemos y multados por ello, con una peseta, que
era mucho dinero para aquellos años, mediados de los cuarenta, del
siglo XX.
Mi propio padre, republicano de corazón y con el carnet de la UGT ,
cuando le obligaba mi madre a ir a Misa, protestaba amargamente,
pero si una persona, demostraba ser "rojo" no solo podía ir a la
cárcel, sino que cualquier negocio, que tuviese, era vigilado, por
el poder publico y sancionado, cuando los adictos al régimen y a la
santa cruzada, no solo no eran perseguidos, sino que les ayudaban con
mil prebendas, que hacía que ellos triunfasen cuando los demás
fracasaban y muy mal se las veían para atender a sus familias.
Los curas, nos adoctrinaban a los niños, con mensajes de la vida de
un Jesús poderoso y "mágico" que resucitaba muertos, hacía ver a los
ciegos, y andar a los cojos y que dio la vida por nosotros para
salvarnos del fuego eterno y que nosotros deberíamos colaborar con
ellos para hacer un mundo mejor.
En ese mundo mejor, no se podía robar, cuando solo los ricos tenían
algo, ellos eran los mas beneficiados por lo que los pobres,
seguirían siendo pobres, tal cual Cristo, dijo: ponerme los perfumes
caros, pues los pobres nunca faltaran.
En ese mundo mejor, el pobre pueblo debía de rendir pleitesía,
obediencia y pagar lo que les pidiesen, en siglos pasados a los
ricos monarcas, y entonces al generalísimo,al ejercito e Iglesia,
pues el poder emanaba de Dios todopoderoso y hasta en las pesetas
rubias, ponía El general Franco caudillo de España por la gracia de
Dios y este era paseado bajo palio por las calles de mi pueblo......
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