Por lo visto el vaticano se ha cansado de ocultar a los pederastas,
por lo que al nuncio de Santo Domingo el polaco Josef Wesolowski,
después de mucho deliberar, lo han dejado sin postre, un castigo
ejemplar y que nunca había pasado, dentro de esa falsa institución
cristiana.
Lo han juzgado en el vaticano, de algo que la justicia de Santo
Domingo ya lo había declarado culpable-
Está probado que abusó sexualmente de varios menores a cambio de
dinero, un diacono colaborador suyo ha declarado haberle procurado
niños para que mantuviera con ellos relaciones sexuales, un
testimonio que también han declarado otros cuatro testigos.
Por orden del Papa lo llevaron al Vaticano, eludiendo así la
justicia de Santo Domingo, desde 2008 hasta su destitución como
nuncio el año pasado, se encuentra bajo arresto domiciliario, pese a
ello pasea libremente por las calles, siendo mantenido por sus
cómplices, que pese a ya no ser ni siquiera sacerdote, sigue bien
arropado por sus correligionarios.
Le ordenaron colgar los hábitos y a dejar el sacerdocio, y ahora ha
sido directamente recluido, en una celda como la que retuvieron a
Paolo el mayordomo infiel, sin entregarlo a la policía como si
todavía fuera sacerdote, y la orden de salir como cura no se hubiera
tomado.
La realidad es que se le ha juzgando por pedofilia por el tribunal
del santo oficio,llamado en la actualidad para la doctrina de la fe,
hace un año, sin castigo alguno, y ahora ante la gravedad de los
testimonios que pesan contra el,el ex nuncio fue detenido por orden
del fiscal y le comunicaron oficialmente las graves imputaciones que
pesan contra el, los agentes de la gendarmería vaticana.
El traslado a Roma desde Santo Domingo ha sido considerado una
maniobra para eludir a la justicia, como vienen haciendo desde
tiempo inmemorial estos sinvergüenzas de sacerdotes.
El castigo impuesto por un tribunal canónico sin potestad penal ha
hecho que siguiera libre paseando a su antojo por las calles de Roma.
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