La mal llamada caridad cristiana, debe de terminar.
El dejar al sentimiento de pena o culpa, ayudar a nuestros
hermanos,no es cristiano es insultante.
Nadie debe de depender de limosnas aleatorias, que pisotean la
dignidad de las personas.
Yo mismo, cuando mi divorcio, me quede en la calle sin un duro y con
mas trampas que tarzan, viví en mis carnes, tener que ir a caritas y
no se lo deseo a nadie, la vergüenza que pase.
No se puede o debe vivir de la caridad, esta sociedad moderna, tiene
que promulgar leyes, que creen puestos de trabajo bien remunerados,
pues solo personas profesionales, bien formadas y pagadas, podrán
hacer un servicio al prójimo, sin depender de "buenas" personas, que
sin querer, no saben tratar justamente, a estas gentes, que por
inclemencias de la vida, se ven necesitados.
Tienen que ser Leyes democráticas, que dependan del estado, y
promuevan profesionales al efecto, que no marginen, a los que por
enfermedad, preparación, o vicios, han caido en la indigencia.
Debemos de acabar de una vez por todas el que unas ideas
religiosas,que han traicionado a Cristo, sigan poniéndose medallas a
nuestra costa, pues lo hacen con el dinero de todos y muy pocos,
entregan sus bienes.
Firmado Miguel Angel Soro Falces
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