La iglesia tira balones fuera

Reconocen sus delitos abusivos a niños, pero este papa sinvergüenza, quiere diluir sus faltas, comentando, que hasta dentro de las familias hay abusos a sus propios hijos y que en todo el mundo, se abusa de los niños de mil maneras diferentes, vendiendo sus órganos, esclavizando y haciendo trabajar más duro que sus frágiles cuerpos pueden.

No puede compararse lo que hace una religión que dice defender la pureza sexual, que dogmatiza sobre la misma y que adoctrina, como "pecado" grave y mortal los abusos sexuales, con lo que personas que les importa un pito el tema sexual, y no creen que el sexo sea malo, con estos obsesionados sacerdotes con la maldad del sexo.

Se atreve este papa jesuita, a señalar con el dedo, a la sociedad que se aprovecha del trabajo infantil, cuando ellos de siempre, han usado y abusado del trabajo infantil, usándolos de mil maneras y aprovechando su inocencia para meterles en sus pequeños cerebros, doctrinas, que les esclavizan para toda sus vidas, y que les hace obrar, como ellos quieren, teniendo muñecos a sus ordenes, para toda la vida.

No educan a los niños para ser independientes y tener conciencia propia, para alguna vez ser adultos y libres, los adoctrinan para obedecer y vivir siempre sintiéndose culpables y dignos de infiernos horribles por sus malos actos, hasta extremos increíbles de dependencia de sacerdotes, que afirman falsedades como que ellos pueden perdonar sus faltas y darles a dios en una hostia.

Abusan de los niños de mil maneras posibles, hasta los extremos que es historia, en nuestro alrededor, lo que acabo de relatar, teniendo después a todo un pueblo a sus ordenes, que no puede defenderse, pues han sido manipulados para ser marionetas en sus manos, y hay seguimos, por eso no quieren reconocer, que están engañando, mintiendo y estafando a toda la humanidad, sin capacidad esta para pensar por su cuenta.

Llaman madre y maestra a su estafadora institución , pero ni son madre ni maestros, pues la verdadera madre educa a sus hijos para ser ellos mismos y no depender de su madre, y los verdaderos maestros, educan a sus alumnos, para que algún día los superen en conocimiento y no depender siempre de ellos, como estos falsos vicarios de dios en la tierra hacen.