Isabel Celaá ha intentado ante las escuelas católicas, decirles, que sus derechos acaban cuando tropiezan con nuestros derechos, cosa que o no ha sabido explicar, o los fanaticos católicos no han entendido.
El que la constitución diga que los padres tienen el derecho a elegir a que escuela llevar a sus hijos, no quiere decir que los demás tengamos que pagar su capricho.
Las religiones, tienen que pagársela los que son religiosos, pero los que no somos religiosos no tenemos por qué pagar, algo que no solo pisotea nuestros derechos, es que también las doctrinas que dan, han sido comprobadas falsas.
Las mentiras no caben en nuestras escuelas, sean del signo que sean, por lo que no entra en nuestra democracia, que gobiernos de todos, paguen, a quien engaña, miente y adoctrina a los niños y niñas, para hacer proselitismo, y manejar a sus fieles como muñecos.
La educación tiene que ser veraz y libre y las religiones, son mitos y leyendas inventadas, que pisotean los derechos humanos, primero de sus fieles pues les obligan a seguir ritos, sin posibilidad de critica, ni votación para elegir, imponen sus falsas doctrinas, con amenazas de ex comunión y condenas infernales, sin darles posibilidad de estudiar y conocer, unas creencias, que ellos basan en una fe que no puede ni siquiera indagar si son correctas o falsas.
Luego atacan a todo aquel que no profesa sus falsas doctrinas, condenando a las mujeres a no ser nunca iguales ante sus leyes, condenan los abortos, los suicidios, y a los gays, no respetan nuestras leyes, y quieren seguir las suyas que hace tiempo que sabemos que todas han caducado.
La ministra Celaá tiene que explicarles muy bien a estos fanáticos religiosos que si quieren seguir con sus falsas doctrinas, pueden hacerlo en sus casas, sus iglesias y pagando ellos todos los gastos que eso suponga, pero que un gobierno de Todos no puede pagar esa gran estafa.......
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