domingo, 3 de noviembre de 2019

Y Dios infundio al barro su espiritu

La Biblia cuenta que Dios hizo al hombre del barro, a su imagen y semejanza, pero para darle vida tuvo que infundirle su espíritu, por lo que somos El, como no puede ser de otra manera, ya que fuera de Dios nada existe-

Por lo que el barro que es la materia de la que estamos hechos, vuelve al barro, pero el espíritu de Dios vuelve a Dios, así se cumple que todo sale de Dios y vuelve a Dios, no a cielos o infiernos inventados.

La ciencia nos lleva a confirmar que Todas las cosas están. formadas por energía trasformada en materia, y que los profetas, no supieron interpretar bien lo que la biblia dice, sin atreverse a decir que todos somos Dios trasformados, ya que eso era considerado pecado, y aún en día, los religiosos, consideran que Dios y las personas, estamos separados, cuando la realidad es que nada puede separarse de Dios, pues es El, lo único que forma y deforma el Universo, nunca creado.

Compartimos con la energía absoluta, su trasformación en materia, pero esa trasformación, no indica que nos hayamos separado, seguimos siendo energía trasformada, que una y otra vez vuelve a ser energía absoluta.

Ahora podemos saber, la realidad de lo que somos, pero los profetas, no tenían el conocimiento que ahora tenemos, y sus afirmaciones son erróneas.

Saber que todo es Dios, incluidos nosotros suena a pedantería, pero somos Dios trasformado en un universo relativo, que debe adquirir otra vez el conocimiento, nunca perdido, para experimentar, todos los cambios relativos, basados en leyes que la naturaleza tiene, para poder trascender esas leyes y llegar otra vez al conocimiento, absoluto, que nunca se pierde, pero que sí se experimenta desde el plano del olvido inducido, para ver la obra desde el interior de la misma.

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