jueves, 14 de noviembre de 2019

Muerte digna

No se puede vivir, con dolor, no se puede vivir cuando no se puede desarrollar una forma normal de estar, no se debe seguir sin esperanza.

Angel Hernandez y como el cientos de personas, tienen que cuidar a sus familiares, que por un ictus, o por una enfermedad quedan sin poder, hacer, una vida normal.

Pasan años, viendo como no solo su familiar no se recuperá, es que cada día que pasa, está peor, sufre, llora, no puede moverse, piden que salga una Ley que regule sus días, como la eutanasia, que acabe con ese horror.

Pero la iglesia católica, con sus siglos de mentiras, engaños y estafas a toda la humanidad, tiene la suficiente fuerza el suficiente poder, para seguir imponiendo sus falsas doctrinas, para negar la eutanasia, argumenta que su dios, obliga a vivir la vida desde su comienzo hasta su final, sin poder acabar cuando así lo crean oportuno, las personas que lo padecen, pisoteando sus derechos no reconociendo, que son ellos y no su falso dios, quien puede decidir, acabar una vida que ya no les produce ninguna satisfacción.

Tienen un dios imbécil, que han creado en sus mentes calenturientas, que falla haciendo su Universo y se le rebelan ángeles, y seres humanos a los que castiga con torturas mil y no consigue que le obedezcan, este dios fracasado, es el que dicen que dijo que debemos respetar la vida, aún cuando sea espantosa, no podemos hacerles caso, debemos de acabar con religiones que pisotean nuestros derechos, con doctrinas falsas demostradas, pues ni los teólogos, aceptan que Dios pueda ser desobedecido, o que su voluntad pueda ser alterada.

La Ley del aborto, no ha sido asumida por estos, fanáticos religiosos, está tampoco quieren que salga, y las leyes que amparan a los homosexuales, son también discutidas, cuestionadas y luchan con todas sus fuerzas, para hacerlas desaparecer, esto origina en la sociedad, una violencia contra estas personas, que llega, hasta que fanáticos cristianos, musulmanes y judíos, torturen y maten a los que no cumplen los deseos de sus dioses falsos.

Angel Hernandez,cuando ayudó a morir a su mujer María José  no solo no le trataron bien, al revés, lo metieron en la cárcel y lo trataron como a un delincuente, cuando los que delinquen son ellos esos fanáticos religiosos, blasfemos que adoran a sus falsas ideas de como es el Dios verdadero, eso tiene que acabar ilegalizando, todas las religiones que se han demostrado falsas.

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