Los obispos no pueden pisotear nuestras leyes sin que sean denunciados

La conferencia episcopal española, insiste que la defensa de la mala vida es necesaria, que las personas sufran dolores terribles no importa, que los niños sufran y no puedan vivir una vida sin dolor, ni una vida pudiéndose valer a sí mismos, que las madres, no puedan atender a sus hijos, que se vean sujetas a sacrificarse un día sí y otro también ,a los obispos no les importa, solo les importa sus falsas creencias, en un dios que castiga a las personas, por haber nacido mal.

No podemos aprobar leyes, para defender a los enfermos terminales, con fuertes dolores, no podemos defender a los homosexuales para que tengan una vida normal, no podemos defender a las mujeres, para que tengan los hijos que ellas quieran y puedan atender sin sufrir, no podemos tener libertad de opinión pues los obispos, nos condenan nuestras opiniones, que chocan con las suyas.

No tenemos libertad, para acabar, con sus doctrinas comprobadas falsas, pues nuestras autoridades siguen apoyando a estos blasfemos sacerdotes, que adoran un falso dios y que imponen a toda la sociedad, que respetemos, todas sus estafadoras doctrinas, que nos hacen culpables de ofender y desobedecer a su dios, cuando el verdadero Dios, no se equivoca y todo lo hace bien, incluido el ser humano, pues si su dios falla, es un dios inventado y ridículo, que puede ser manipulado, por oraciones y peticiones, pues tiene sentimientos humanos por lo que es un falso dios inventado para vivir del cuento estos "señores·-

Con respecto a la Eutanasia, es hora ya de dejar de lado a estos curas y si intentan ir contra que el ser humano no sufra, crear una Ley que respete la voluntad de las personas, para vivir o no, ya que eso no impone como ellos que los que estén en contra de morir, pues que sufran cristianamente su enfermedad, nosotros los respetamos, que ellos nos respeten a nosotros, que creemos que el cristianismo va contra los derechos humanos, como podemos demostrar.

Ocurre lo mismo con los suicidios, con los abortos y con la homosexualidad, tenemos que dejar de ayudar a religiosos que no reconocen la libertad de las personas y siguen queriendo que seamos marionetas en sus manos.