Dios no juega a los dados

Einstein, dijo estas palabras, por que conocía como funciona el Universo, todo está bien regulado y correctamente hecho, incluido los seres humanos.

Le preguntaron si creía en Dios, y dijo que sí, pero en el Dios panteísta de Spinoza-

El Universo se rige por Leyes naturales, que debemos de conocer, pues nos afectan, para bien y para mal.

La ignorancia, nos duele, el conocimiento nos ayuda a superar aquellos problemas que nos hacen daño.

Gracias a grandes personas como a Galileo, Darwin, Higgs, con su descubrimiento sobre el bosson, y otros que han descubierto como la energía trabaja, podemos afirmar que todo es energía, trasformada en la materia, que somos, y que eso da mucha razón a Spinoza, que afirma que Todo es Dios.

Si la energía ni se crea ni se destruye, solo se trasforma, eso nos indica que tiene que ser Dios, pues la teología, nos dice, algo parecido de Dios, nunca ha tenido principio y nunca tendrá fin.

De momento solo conocemos que la energía es algo que se parece a lo que intuismo como Dios, reune todo aquello, que los teologos afirman que tiene que ser Dios, Uno, la energía reune ese requisito, también es eterna, pues nunca desaparece.

Dios es principio y fin de todo, y eso también está en la energía.

Pensadores y humanistas, como el ingles Betran Russel, explican muy bien, como la humanidad no puede ser culpable de desobediencia,, simplemente es la ignorancia la que nos hace obrar contra nosotros mismos, el cristianismo que sale del judaísmo, se basa en fundamentos equivocados y falsos, cuando acusa a la humanidad de ser culpable, esta muy bien reflejado en los libros de este pensador ingles.

Spinoza, hace lo mismo, explica muy bien la inocencia y no culpabilidad de los seres humanos, pero ni a uno ni a otro la sociedad les hace caso, prefieren vivir en la mentira, antes que reconocer nuestros errores religiosos.

Pero conforme avanzan nuestros conocimientos, podemos desechar nuestras ideas equivocadas, y podremos ayudarnos los unos a los otros en vez de enfrentarnos en guerras fratricidas y cárceles represoras, resultado de ideas religiosas falsas que culpan a la humanidad.