La fuerza que los templarios llegaron a alcanzar, fue enorme, consiguieron tener más poder y dinero que el vaticano, lo cual acarreo la envidia del papa de turno, que uniéndose al rey francés de la época , intento acabar con todos ellos.
Lo consiguió a nivel publico, pero los templarios eran personas muy listas y salvaron su orden, ocultándose, en varias y secretas ordenes como los masones, los iluminatti y en especial en los jesuitas.
La iglesia se apodero de todos sus patrimonios, y los dineros fueron a parar a manos de reyes y papas, que dieron buena cuenta de ellos, haciendo inversiones en joyas, obras de arte y edificios magníficos, grandes catedrales, basílicas y universidades.
Pero los templarios, ocultos han llegado hasta hoy, siendo los masones y los jesuitas, los que más han destacado.
Franco quiso entrar en la masonería , pero no fue aceptado, por lo que lucho contra ella, en cuanto tuvo poder.
Los jesuitas por lo tanto son una rara avis, dentro de la iglesia católica, pues nadie sabe si están con ella o contra ella.
Este papa jesuita, está en esa forma gallega, que nadie sabe si va o si viene, si baja o sube, si apoya o no a la iglesia, por lo que los cardenales, están con la mosca en la oreja, y no parece que les guste mucho lo que este papa hace, aún cuando lo único que hace es teatro, pues nunca se le ocurrirá poner en practica ni la teología de la liberación, ni que la iglesia sea de los pobres, pues el está con los ricos, ya que tienen los jesuitas las empresas más grandes de la tierra bajo su dirección personal, tenemos ejemplos como Sacir y otras salidas de la universidad de Deusto en Bilbao.
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